viernes, 13 de mayo de 2016

Diario de mi gran cambio

Hace unos meses Marta nos invitó a todos a una fiesta de disfraces que hizo en su casa que esta a las afueras de Madrid.

Yo fui con Guiller porque no quería ir por la calle solo con mi disfraz de esqueleto y que me mirase toda la gente así.

Cuando llegamos al entrar nos quedamos babeando con el panorama que había, estaba repleto de mujeres salvo mis amigos y alguno más que no conocía. Todas las mujeres que había tenían unos disfraces muy provocativos con minifaldas y escotazos.

De la que dejamos de salivar y poner una sonrisa cada vez que nos mirábamos nos dirigimos donde estaban todos, nos pusimos unos cubatas y empezamos a hablar de las tias que había allí, cada vez que pasaba alguna la decíamos de todo para ver si alguno ligaba, así toda la noche.

Cuando ya estaba que ni veía y que no me iba a comer nada esa noche me fui al baño a mear. De la que iba a coger el pomo de la puerta se abrió y salió una mujer disfrazada de hada que estaba tremenda.

Me lance hacía ella para comerle la boca y que notase mi polla dura pegada a su cuerpo, pero de la que la agarre la cintura me dio un tortazo tan fuerte casi me tira con la borrachera que tenia.

De la que me recompuse un poco me volví y la empecé a llamar de todo, la dije que era una puta, que si iba a si vestida era porque pedía a gritos que la follasen bien, que era una chupapollas que nada más que buscaba que la llenarán el coño y la boca de pollas.

Se giro para mirarme con cara de odio y asco para venir hacia mi, me cogió del cuello mientras me dijo al oído que sabía quien era y lo que me gustaba tratar a las mujeres como putas. A lo que la respondí al instante que eso es lo que son, al escuchar eso me apretando fuerte el cuello casi estrangulándome y me dijo que tuviera cuidado con lo que decía o me enteraría de lo que pueden sufrir las mujeres por gente como.

Aburrido por todas las tonterías que me decía la empuje y la dije que cerrará esa bocaza de perra o que fuera a que alguien se la llenas de semen, me gire y cerré la puerta del baño cabreado de un golpazo por la noche que esta teniendo, me dirigí al retrete para mear.

Mientras estaba meando, escuché como un murmullo de fondo que no entendía bien, el murmullo no paraba mientras comencé a sentirme mareado, contra más lo escuchaba más mareado me sentía acabe de mear y fui hacia la puerta para ver lo que era eso pero cuando estaba a escasos centímetros de la puerta me desplome.

Se empezó a oscurecer todo poco a poco, solo pude ver como el hada de antes entraba por la puerta antes que se quedase todo oscuro y escucharla de lejos reírse y decir que ya estaba hecho que ahora sabría lo que sufren por mi culpa las mujeres.

Me desperté tirado en el suelo todavía algo mareado, no sabía el tiempo que había pasado allí; me intente levantar como pude agarrándome en el lavado pero cuando logre ponerme en pie casi me caigo otra vez al verme en el espejo. No estaba yo, solo había un reflejo de una mujer.
No podía creérmelo me quede de piedra mientras tocaba "mi cuerpo" para comprobar si estaba soñando pero parecía todo muy real. Empecé a asustarme muchísimo no entendía como me podía haber pasado eso.

Salí del baño con mucho cuidado para irme a mi casa sin que nadie me viera, no podía permitir que alguien me viese en esa situación. Pero cuando estaba a punto de salir de la casa me paro José uno de mis amigos, me dijo que porque me iba con tanta prisa que no me había visto en toda la noche y que una mujer como yo no podía irse sin ni siquiera poder presentarse, no sabia donde meterme al oírle lo único que conseguí articular entre tartamudeos fue que tenia mucha prisa, así que de la que fui a salir corriendo me dio un azote en el culo mientras le escuchaba  decirme de lejos que volvería a verme que un culo como ese no se escaparía de una buena follada.

Otro día os contaré más cosas que me sucedieron desde entonces ya que todavía no he conseguido encontrar una solución a esto.

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